17 julio 2009

Una visita especial... para profundizar

Aquí cada día se vive la novedad, no hay dos iguales. Y como dice Mª Jesús, nunca esta casa vio tanta gente residiendo en ella; debemos estar batiendo el record.
Hoy se nos une Gemma, del Equipo de Misión, que viene a hacer la visita acostumbrada y ya tradicional a los campos de trabajo. Al final el GPS encontró este lugar sin problema. Después de un plato de arroz comido a toda velocidad, fuimos con ella a recoger al equipo que hoy trabajaba en el comedor; y aprovechamos para que conociera el centro de día, de la mano de Marisa, la veterana del comedor. Nos dio su visión del trabajo de Cáritas en Vilagarcía. Y al final ves que todos los puntos de vista van confluyendo en lo mismo, en la impresionante labor que Cáritas hace por estas tierras de Arousa, en un primer momento asistencial, pero que quiere ir más allá, en busca de la reinserción y la integración social, con las dificultades grandes que ello supone.
También esta tarde se incorpora a la casa el marido de Miriam, para acompañarla a ella y a Manu durante el fin de semana. Como veis hay sitio para todos. Y Mª Jesús sigue admirándose...
Hoy también nos toca apoyar el comedor en el horario de las cenas. Estas tareas las llevan distintos voluntarios, por turno. Pero hoy hay alguna ausencia, y por eso nos toca colaborar. Más sencillo que al mediodía.
Y la tarde también reserva un tiempo para las reuniones de los grupos, en las que hoy participa Gemma, ayudándonos en la reflexión que vamos haciendo, y ayudándonos a ver hacia donde debemos ir caminando en esta tarea de construir el grupo cristiano. La pista que nos dio es de las importantes: tenemos que buscar la forma de unir la fe con la vida, en este caso con el servicio y la ayuda a los más necesitados. Si no somos capaces de encontrar ese vínculo nos quedaremos en la superficie, haremos cosas por hacer, muy bonitas (eso sí), que quedan bien en nuestros currículos personales y en los álbunes de fotos para enseñar a la abuelita, que nos dejan la conciencia muy tranquila por una temporada y el corazón calentito y sensible..., pero que no van a aportar nada a nuestro crecimiento como personas y como cristianos (que es de lo que se trata a estas altura de la película).
El día no acaba del todo bien para todos. Tenemos a Elisa un poco tocada. Que tengas felices y plácidos sueños, mañana te necesitamos enterita y en forma.

Con paso firme adelante

La vida del campo de trabajo va adelante. Ya estamos básicamente situados, controlando los trucos y rincones de la casa, los nombres y las caras de las personas, los caminos de ida y vuelta por las calles de Vilagarcía, las marchas y puertas de la furgoneta de Cáritas...
En el centro de día repiten hoy Alba, Andrea, María y Patricia. Mañana habrá cambio de guardia. Y en el invernadero hoy hemos sido los principales protagonistas, sobre todo porque ha faltado la mayoría de la gente habitual, y hemos sido conducidos por la batuta de Jesús y María. Hemos sido eficaces, y convenía serlo, pues hasta el lunes ya no se recoge el producto. Recogimos pimientos y judías. Hoy le tocó a César llevar las 6 cajas recogidas a la cooperativa. La báscula marcaba 58 kilos en total. Buen trabajo, chicas y chicos. Las cosas bien hechas bien están.
A media mañana nos enteramos de que Cristina está con su hijo Fabián en el hospital. Ya lo notábamos con mucha tos últimamente, y lo han dejado allí de momento en observación, para evitar neumonías y otras complicaciones. Te esperamos pronto, Fabián, aquí tienes tu pelota, que está muy triste y solitaria; y también Manu te reclama.