Amanece de nuevo, como no podía ser menos, después de un día intenso. Y a estas alturas de la película ya nos sentimos como en casa.
Antes de salir a la faena del día tenemos la reflexión de la mañana. Esta vez la pone Jesús, a partir de un accidente que tuvo y de lo que supuso para él. Nos quedamos con este trocito: "Hay que aprender de todo en esta vida. La vida es aprender."
Y nos toca volver al invernadero. Hay urgencias que solucionar. Hoy el plato fuerte es la recogida de las patatas, al ritmo del pequeño tractor que nos va abriendo la tierra. Se hace bien y con ganas. También anda echando una mano por aquí D. Daniel, que al final nos trae unos "caprichos", para recuperar el ánimo y las energías.
Y de segundo plato nos toca recoger de nuevo judías. Hay mucho fruto. La pena es que en la cooperativa no nos recogen las judías que ya tienen habas, y por no haberlo hecho antes... Pero es lo que toca. En estas cosas es cuando se nota que ahora mismo no tienen un técnico contratado en el invernadero, y a veces la buena voluntad y todo el voluntarismo del mundo no son suficiente para hacer las cosas bien.
Antes de salir a la faena del día tenemos la reflexión de la mañana. Esta vez la pone Jesús, a partir de un accidente que tuvo y de lo que supuso para él. Nos quedamos con este trocito: "Hay que aprender de todo en esta vida. La vida es aprender."
Y nos toca volver al invernadero. Hay urgencias que solucionar. Hoy el plato fuerte es la recogida de las patatas, al ritmo del pequeño tractor que nos va abriendo la tierra. Se hace bien y con ganas. También anda echando una mano por aquí D. Daniel, que al final nos trae unos "caprichos", para recuperar el ánimo y las energías.
Y de segundo plato nos toca recoger de nuevo judías. Hay mucho fruto. La pena es que en la cooperativa no nos recogen las judías que ya tienen habas, y por no haberlo hecho antes... Pero es lo que toca. En estas cosas es cuando se nota que ahora mismo no tienen un técnico contratado en el invernadero, y a veces la buena voluntad y todo el voluntarismo del mundo no son suficiente para hacer las cosas bien.
Hoy ya pasó la novedad del primer día de agricultura, y en el segundo las piernas ya pesan un poco más, y se ve que este trabajo no está hecho para nosotros. Pero seguro que ahora valoramos más a toda esa gente que no tiene muchas opciones para elegir y tiene que cultivar la tierra un día sí y otro también. Cuando tomemos judías y patatas en casa seguro que valoramos mejor el esfuerzo de quienes nos hacen la vida más fácil y cómoda...
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