Tras una mañana de trabajo llegó la hora de la comida que preparamos entre todos... mmm que rico!! y con el postre llegaba una nueva residente, Miriam, acompañada con un pequeño renacuajo, Manu, que ¡nos conquistó a todos!
Después de proponer un paseo, María estaba entusiasmada, así que disfrutamos de una tarde por Villagarcía con María, Lourdes y su marido Jaime. Al regresar exhaustos tuvimos que reponernos con una deliciosa merienda. También tuvimos ocasión de ir percibiendo que a veces la convivencia en una casa con gente tan variada y diversa no es del todo fácil. Y es que para mucha gente la vida en sí no es fácil.
Tuvimos al final de la tarde una interesante reunión, donde empezamos a intuir un poquito qué es eso de la lectura creyente de la realidad; habrá tiempo para ir profundizando y ponerlo en práctica.
Después de proponer un paseo, María estaba entusiasmada, así que disfrutamos de una tarde por Villagarcía con María, Lourdes y su marido Jaime. Al regresar exhaustos tuvimos que reponernos con una deliciosa merienda. También tuvimos ocasión de ir percibiendo que a veces la convivencia en una casa con gente tan variada y diversa no es del todo fácil. Y es que para mucha gente la vida en sí no es fácil.
Tuvimos al final de la tarde una interesante reunión, donde empezamos a intuir un poquito qué es eso de la lectura creyente de la realidad; habrá tiempo para ir profundizando y ponerlo en práctica.
Andrea remató el día con una rica cena, que también disfrutaron con nosotros Miriam y Manu; el pobre ya tenía mucho sueño y cansancio encima. Seguro que esta noche sueña con todos los angelitos del mundo...
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