Hasta pronto, amigos

Hoy nos toca volver camino de Santiago. Es nuestro último día de campo de trabajo. El tiempo se nos ha pasado volando. Si en casa no pusieran problemas, seguiríamos algún tiempo más por aquí.
Después de una noche pasada por agua abundamente, parece que el día amanece igual. A los de la tierra no nos sorprende tanto, a los pucelanos sí.
Seguimos con nuestras tareas habituales, en el comedor y en el invernadero, aunque hoy un poco recortadas en cuanto a tiempo. Pues a la 1 del mediodía tenemos que estar listos en el comedor, para una rueda de prensa. Suena un poco raro esto, espectacular,... pero así es. Paco ha mandado un aviso a los medios de comunicación locales, para dar a conocer esta experiencia de campo de trabajo con Cáritas. De alguna forma ha visto lo bien que ha resultado todo, y le gustaría que más gente, sobre todo jóvenes, se animaran a colaborar de alguna forma parecida. Es una preocupación suya, que nos ha manifestado más de una vez durante estos días.
Y allí estamos todos a la hora prevista, para la foto y para responder a las cuestiones de los periodistas. El comedor se convierte durante media hora en sala de prensa. Hoy ya apareció una referencia a nuestro campo de trabajo en el Faro de Vigo, edición de Arousa.
Y después de esto empieza ya la ronda de despedidas. Nuestros corazoncitos se ponen a muchas revoluciones, pues lo que hemos vivido en Vilagarcía estos 10 días nos ha tocado por dentro.
A todos os decimos de corazón: "Hasta pronto, amigos". Es mucho lo que nos llevamos, quizás ahora todavía no nos damos cuenta. Pronto intentaremos plasmarlo en unas líneas más serenas y repensadas, para cerrar esta historia.

Esto va llegando a su fin

Ya nos queda poco, al menos a los de Santiago. Mañana partimos, de vuelta a casa. Hay que aprovechar los últimos momentos en esta santa casa.

La mañana de hoy ha sido ya bastante normal, de acuerdo a nuestra planificación. En el invernadero hemos hecho un buen trabajo de limpieza de todas las hierbas y maleza que crece en los cultivos. En medio nos toca también ir a recoger fruta a un polígono camino de Pontevedra. Son muchas las donaciones que llegan a Cáritas, y hay que responder y acoger todas ellas, aunque en este caso sabemos que parte de la fruta va a ir a la basura, pues son muchos kilos y no se pueden almacenar mucho tiempo.

Y la tarde de hoy va a ser bastante original y nueva. A las 5 viene para charlar con nosotros, y darnos un pequeño testimonio de su vida y su tarea apostólica, D. Manuel Couceiro Cachaldora, párroco da Xunqueira, en Vilagarcía, muy implicado en la pastoral de Vilagarcía (dinamiza desde hace algún tiempo la Pascua Joven de Vilagarcía). Nos plantea muchas cuestiones y retos, de forma original.

Después salimos para asistir al funeral de Ramón, una de las personas habituales en el comedor. El tiempo atmosférico no nos acompaña y saboreamos ya la lluvia en medio de un atardecer oscuro.

Y al final de la tarde visitamos una exposición organizada por la asociación de familiares de enfermos con Alzheimer, que supone para nosotros un acercamiento bien documentado y experimental a esta enfermedad y todo lo que trae consigo.

Hoy cena un poco más libre, después de que Paco nos invitara a tomar algo en Vilagarcía, y a la camita. Hay que descansar para rematar bien la faena el último día.

Paco nos acerca su vida

A lo largo de todo el campo de trabajo han aparecido muchas personas importantes; ellos son la principal riqueza de Cáritas aquí en Arousa, y supongo que en cualquier otro lado también. Pero si hay alguien más especial ese es Paco. De alguna manera es el "alma mater" que empuja y dinamiza toda esta historia, a veces desde la primera línea y otras veces desde la sombra.
Y esta tarde hemos tenido el privilegio de disponer durante 90 minutos de su tiempo y su persona. Nos ha contado sus principales experiencias de vida en torno a Cáritas y a su dedicación a los más pobres. A partir de un chorro de anécdotas, datos y percepciones de la realidad hemos podido sentir la vida de alguien que vive para los demás, a tiempo completo, de manera totalmente gratuita, y con las ideas muy claras, que siempre es importante cuando estás metido en la promoción de las personas, sobre todo de aquellas con menos recursos y posibilidades.
Tenemos muchas ideas que aclarar y mucho camino que recorrer por delante. Pero viendo a personas como Paco sientes más ganas e ilusión para luchar e ir haciendo realidad esos ideales que llaman a nuestra puerta.
¿Seremos capaces de responder? ¿Podremos salir de nuestro cascarón y romper con todas las comodidades y la vida facilona que llevamos? ¿Hasta dónde podremos llegar?

Lunes, de vuelta al trabajo

Aunque seguimos escuchando los cohetes a cada rato, que nos hablan de que la fiesta sigue en Vilaxoan, nos toca recuperar el ritmo normal del trabajo. Cambiamos de turno en el centro de día, les toca estrenarse allí a otras (Ana, Marta, Elena y Celia). El resto de vuelta al invernadero. Se nota después del fin de semana casi en blanco que tenemos abundante tarea, hay mucho que recoger.
Patricia tiene que acercarse al Ambulatorio San Roque, para ver esas ampollas que le han salido, por la alergia. Todo tiene solución, y nos volvemos a casa con un tratamiento.
Esta mañana también nos enteramos por Paco que se ha muerto uno de los "usuarios" del comedor, parece que por una paliza (el alcohol andaba por ahí cerca). Demasiadas vidas de éstas que andan sin rumbo acaban de manera trágica. Está claro que todos los planes, sistemas y demás ayudas fracasan cuando una persona acaba así, sin reinserción, sin una vida digna.

Un día diferente

Hoy los despertadores tuvieron descanso, y fuimos levantando al ritmo que marcaban nuestros cuerpazos. Ayer nos fuimos tarde a la cama, y se notaba.
Y por la mañana nos fuimos casi todos a la misa (dejamos a César preparando las lentejas), aquí en la parroquia de Sobradelo. Nos gustó. D. Daniel también hizo referencia a nosotros y al trabajo que estábamos haciendo por aquí.
Hoy tuvimos algunas visitas. El padre y el tío de Andrea se pasaron por aquí a saludar. Y nos acompañaron también en la comida y parte de la tarde los animadores de La Inmaculada (Eva, Cristina, Juan y Alfonso). Ellos son también parte de este campo de trabajo. Si el grupo ha llegado hasta aquí es en parte por ellos. Los procesos son largos y costosos, sobre todo cuando se trata de acompañar a las personas; y en el proceso de este grupo ellos y ellas han tenido mucho que ver. Gracias por venir, nos ha hecho mucha ilusión.
Tuvimos tiempo hoy para relajarnos un poco más de lo normal, y también para ir hasta la cercana playa de Vilaxoan. Hoy sí hacía calor para tostarnos un poco.
Y para casi rematar este día tuvimos una pequeña charla-testimonio con D. Daniel. A pesar de no estar en su mejor momento de ánimo, nos presentó un poquito de su vida al servicio de la gente de esta tierra. Lleva por aquí desde el año 1964; ya ha tenido tiempo de trabajar y servir a la gente más necesitada de estos barrios. Gracias. Es importante sentirnos acompañados en los procesos que viven nuestros grupos; y el testimonio de los que van delante en el camino siempre tiene alguna pista para ayudarnos a avanzar.

Una reflexión en voz alta

Ayer tuve la oportunidad de vivir una nueva experiencia en El comedor sobre ruedas. Tras una mañana haciendo un rico arroz a la cubana Ana (la cocinera encargada) y yo salimos con la furgoneta a repartir comida a trece personas.
Resulta chocante que mucha gente mayor (y no tan mayor) viva en condiciones como las que pude ver: falta de higiene, casas más que humildes y sobre todo la soledad en la que viven, viendo que sus hijos y familiares no quieren saber nada de ellos o incluso que viviendo en la misma casa no tengan nada con lo que tener ilusión. Por eso Ana cada día no sólo les lleva la comida sino la alegría de ver que alguien toca al timbre y se preocupa por ellos.
Tras haber visitado y conocido esta realidad no sabes muy bien como reaccionar. En un primer momento se te cae el alma al suelo pensando las necesidades que padecen estas personas; más tarde cuando llegué a San Cibrán y estábamos todos disfrutando de la gran comilona que tuvimos no lograba olvidar los rostros de Carmen, Ángela, Victor... que apenas había visto unos minutos, los suficientes para conmoverme. No llego a entender cómo se puede llegar a deshumanizar tanto una persona como para dejar que tus abuelos, padres, amigos o vecinos se estén consumiendo en sus casas día tras día; sientes impotencia y rabia.
Por todo esto... ¡QUE AFORTUNADOS SOMOS!

Sábado noche

Ya es domingo y un rayo de sol en la cara me ciega. Despierto y soy la única. Ayer salimos y mis compañeras están aprovechando hasta el último minuto de sueño.
Eran las fiestas de Sobradelo, o de Villaxoán en general, nunca tendré muy claro como va esto de los barrios dentro de Villagarcía, la verdad. Y nada, salimos un ratillo a dar una vuelta al campo de la fiesta, el de abajo, a pesar de la polemica, jeje... Allí compartimos unos momentos de risas y confidencias y también de compras, la verdad es que arrasamos con los puestecitos (con algunos más que con otros, la verdad, que a nosotros lo gratis...).
Nada, a la una en casa como niños buenos, pero habiendo pasado una noche genial!!

Sábado familiar

Amanece el sábado 18, y ya vemos desde el principio que es un día un poco especial en el ritmo del campo de trabajo. Hay tareas que cambian el fin de semana. Para empezar nos levantamos un poco más tarde, que viene bien ahora que los días se van sumando a las espaldas, y pesan, aunque todavía tenemos espaldas para unos cuantos más.

Hoy támbién tenemos cumpleaños, esta vez le toca a Marta. Esperamos que sea un día bonito y dulce para ella.

Hay que ir al centro de día, para atender el comedor, aunque hoy es un horario un poco más reducido. También vamos al invernadero, pero no al ritmo habitual. Hoy vamos a hacer tareas que van quedando ahí sin hacer otros días, debido a las prioridades y que en ocasiones la mano de obra no es la deseada. Nos toca hacer un poco de limpieza en la tierra, es decir, quitar todas las hierbas que van saliendo, y dejar el terreno más decente para la vista. Y Julien se dedica a la vez a dar un producto para el pulgón a las judías.

Y a la vuelta a la casa, comienzan los preparativos para la comida especial que nos toca hoy. Paco se ha encargado de buscar un amigo que se pasa la noche en la ría recogiendo para nosotros mejillones y sardinas; si al lado de eso ponemos unos pocos quilos de carne de cerdo para el churrasco traidos ayer nos da como resultado una suculente comida. Todos colaboramos en los preparativos de la mesa, las parrillas, la limpieza,... Comparten también la comida con nosotros algunas personas cercanas y significativas para esta casa: Paco, D. Daniel, Dolores (la mujer de Paco) Esther, Ana, Susana y su hijo. Todavía está Gemma con nosotros, que regresa camino de Valladolid después del café. Después de recoger todo nos queda un tiempo un poco más libre, que hoy podemos aprovechar para acercarnos a la cercana playa aquí en Vilaxoan.

Una visita especial... para profundizar

Aquí cada día se vive la novedad, no hay dos iguales. Y como dice Mª Jesús, nunca esta casa vio tanta gente residiendo en ella; debemos estar batiendo el record.
Hoy se nos une Gemma, del Equipo de Misión, que viene a hacer la visita acostumbrada y ya tradicional a los campos de trabajo. Al final el GPS encontró este lugar sin problema. Después de un plato de arroz comido a toda velocidad, fuimos con ella a recoger al equipo que hoy trabajaba en el comedor; y aprovechamos para que conociera el centro de día, de la mano de Marisa, la veterana del comedor. Nos dio su visión del trabajo de Cáritas en Vilagarcía. Y al final ves que todos los puntos de vista van confluyendo en lo mismo, en la impresionante labor que Cáritas hace por estas tierras de Arousa, en un primer momento asistencial, pero que quiere ir más allá, en busca de la reinserción y la integración social, con las dificultades grandes que ello supone.
También esta tarde se incorpora a la casa el marido de Miriam, para acompañarla a ella y a Manu durante el fin de semana. Como veis hay sitio para todos. Y Mª Jesús sigue admirándose...
Hoy también nos toca apoyar el comedor en el horario de las cenas. Estas tareas las llevan distintos voluntarios, por turno. Pero hoy hay alguna ausencia, y por eso nos toca colaborar. Más sencillo que al mediodía.
Y la tarde también reserva un tiempo para las reuniones de los grupos, en las que hoy participa Gemma, ayudándonos en la reflexión que vamos haciendo, y ayudándonos a ver hacia donde debemos ir caminando en esta tarea de construir el grupo cristiano. La pista que nos dio es de las importantes: tenemos que buscar la forma de unir la fe con la vida, en este caso con el servicio y la ayuda a los más necesitados. Si no somos capaces de encontrar ese vínculo nos quedaremos en la superficie, haremos cosas por hacer, muy bonitas (eso sí), que quedan bien en nuestros currículos personales y en los álbunes de fotos para enseñar a la abuelita, que nos dejan la conciencia muy tranquila por una temporada y el corazón calentito y sensible..., pero que no van a aportar nada a nuestro crecimiento como personas y como cristianos (que es de lo que se trata a estas altura de la película).
El día no acaba del todo bien para todos. Tenemos a Elisa un poco tocada. Que tengas felices y plácidos sueños, mañana te necesitamos enterita y en forma.

Con paso firme adelante

La vida del campo de trabajo va adelante. Ya estamos básicamente situados, controlando los trucos y rincones de la casa, los nombres y las caras de las personas, los caminos de ida y vuelta por las calles de Vilagarcía, las marchas y puertas de la furgoneta de Cáritas...
En el centro de día repiten hoy Alba, Andrea, María y Patricia. Mañana habrá cambio de guardia. Y en el invernadero hoy hemos sido los principales protagonistas, sobre todo porque ha faltado la mayoría de la gente habitual, y hemos sido conducidos por la batuta de Jesús y María. Hemos sido eficaces, y convenía serlo, pues hasta el lunes ya no se recoge el producto. Recogimos pimientos y judías. Hoy le tocó a César llevar las 6 cajas recogidas a la cooperativa. La báscula marcaba 58 kilos en total. Buen trabajo, chicas y chicos. Las cosas bien hechas bien están.
A media mañana nos enteramos de que Cristina está con su hijo Fabián en el hospital. Ya lo notábamos con mucha tos últimamente, y lo han dejado allí de momento en observación, para evitar neumonías y otras complicaciones. Te esperamos pronto, Fabián, aquí tienes tu pelota, que está muy triste y solitaria; y también Manu te reclama.

Cumpleaños feliz... (cantamos todos)

HOY ES EL CUMPLEAÑOS DE ALBAAAA!!!!!!!!!!!!!!! FELICIDADES Y QUÉ MEJOR MANERA DE CELEBRARLO QUE...
Ropa por aquí, lavadoras por allí y en la cocina los fogones a todo gas para preparar comida para 30 personas en el comedor y para otras 13 familias en el comedor sobre ruedas. ¿Qué es esto? Un proyecto en el que se visita a gente mayor en sus casas con la "excusa" de llevarles la comida para acompañarles, pues viven situaciones difíciles y en soledad.
Por otro lado en el ropero hay dificultades pues tanto la encargada (Begoña) como voluntarios como la madre Guadalupe o Gloria no dan abasto debido a la cantidad de ropa que llega.
Aunque no penseis que todo es trabajar... también hubo tiempo para tomarnos un café a media mañana, momento donde conocimos más al personal y las historas que allí viven a diario.
Y... llega el mediodía, todo preparado para recibir a los "artistas" unos espabilados y otros no tanto.
Después de la dura tarea comimos para recobrar fuerzas y por último tuvimos una reunión con los chicos de Valladolid para conocernos un poquito mejor y planificar un poco las tareas.
De momento hasta aquí podemos leer. Cambio y corto.

La plantilla al completo y disponible

Ahora ya estamos todos los que son. Tenemos la plantilla al completo. Juntando los 2 grupos tenemos ya disponibles los 11 jugadores titulares, 4 de Santiago y 7 de Valladolid, y los técnicos para dirigir las operaciones (Álvaro y César).
Que empiece el partido ya...
Y así fue. Montse y Noela tomaron nota y nos pusieron a tono con la charla táctica previa al partido. Nos fuimos de mañana al centro de día de Cáritas, para conocer las instalaciones y sobre todo tener una primera visión de todas las tareas que se realizan en ese centro y en la casa de San Cibrán. En los próximos días iremos viendo la realidad ya sobre el terreno. Empezamos a conocer a la gente que allí trabaja, contratada y voluntaria, y también a todas las personas que pasan por allí, cargadas de preguntas, necesidades, expectativas... y todo lo que la vida ha ido poniendo en sus mochilas, a veces para bien y otras muchas no tanto.
La realidad social en que vivimos genera mucha marginación. Con crisis y sin ella, son muchas las personas que sobreviven a las dificultades que nos presenta el sistema económico y social que hemos montado.
Las chicas de Santiago quedaron hoy para atender las tareas ordinarias del centro de día: comedor, ropero, atención primaria. Félix y Álvaro tuvieron que hacer músculo recolocando las cajas del almacen de la ropa. Y las chicas de Valladolid estrenaron el invernadero, cuyos plásticos hoy nos vinieron bien para protegernos de la lluvia, que cayó con ganas durante un buen rato. César estuvo hoy de táxista y a caballo entre los 2 centros de trabajo.
Todo esto tiene lugar en el día del Carmen, quizás para nosotros no dice tanto, pero sí para muchos otros que viven del mar y en el mar, y allí sufren, sienten, disfrutan y padecen un día sí y otro también. Hoy en muchos rincones y puertos se cantará aquello de: "Salve, estrella de los mares...".

La familia y 8 más

Sigue aumentando la familia. Esta vez crece gracias al grupo de Valladolid, que llegó ayer por la noche, al oscurecer. Como no teníamos ninguna relación anterior, fue el primer contacto entre los 2 grupos. Tuvimos tiempo para recibir la bienvenida por parte de Esther y de Paco (este hombre parece que está en todos lados y a todas horas...), cenar con cierta tranquilidad los bocadillos que resistieron el viaje y tomar posiciones en el salón-dormitorio habilitado para la ocasión.